Ubicada en La Loma Grande, a pocos pasos del arco de la Iglesia de Santo Domingo.
Hace aproximadamente 80 años, se estableció la Marmolería Tomebamba. Sus primeros dueños fueron los maestros que migraron desde el Cañar a Quito para trabajar en el fino arte de dar vida a las frías piezas de mármol italiano que aún se pueden apreciar en cementerios e iglesias de Quito.